Todos hemos viajado alguna vez con niños y la mayoría de veces la paciencia brilla por su ausencia pero ¡no olvidemos que nosotros también lo fuimos y que nuestros mayores tuvieron que soportarnos!  Cuando viajamos con ellos el coche entero se transforma en su campo de batalla. Hacemos lo imposible para adaptarlo a sus necesidades y que estén seguros, cómodos y entretenidos: sillitas, dispositivos de video y audio, el cuentacuentos en modo bucle… 

¿Quieres que el viaje hasta tu destino sea más llevadero y divertido? Europcar te propone una serie de ideas infalibles para evitar que el aburrimiento y la intranquilidad de los pequeños conviertan nuestro viaje en una ruta interminable.  

Elige el coche que mejor se adapte
Si estás pensando en alquilar un coche para toda la familia ten en cuenta que, con niños, las maletas se multiplican así que puede que la mejor idea sea optar por uno de gran tamaño y con un gran maletero.

¿Un viaje muy largo? Divídelo en etapas
Elegir una ruta cómoda, con poco tráfico y una hora de salida idónea es importante para no alargar demasiado el viaje. Para que el trayecto no parezca interminable, puedes dibujarles un mapa con los puntos de referencia que verán por el camino como ciudades, lagos, además de las paradas obligatorias para descansar y estirar los pies. De esta manera solo se fijarán en las etapas que recorren y evitarás que se vuelvan irascibles e impacientes. 

Seguros y cómodos  
Dependiendo de la edad de tus hijos, el coche tiene que ir equipado con los sistemas de retención adecuados ya que la seguridad durante el viaje es primordial. Asegúrate que la sillita está correctamente instalada.
La temperatura ambiental debe mantenerse constante, entre los 23 y 25 grados en verano, evitando los cambios bruscos y teniendo siempre a mano ropa por si tienen frío o calor. Procura parar en zonas con sombra y opta por prendas de algodón, cómodas y lo suficientemente anchas para garantizar la libertad de movimiento de los pequeños. 

Los imprescindibles 
Tener una muda siempre a mano es fundamenta para poder atender a los niños rápidamente y no tener que hacer paradas para rebuscar entre el equipaje. Haz una lista previa con todas estas cosas básicas: productos para la higiene como pañuelos, toallitas húmedas, pañales, babero y un botiquín de viaje con tiritas, alcohol, desinfectante, así como mantas o almohadas para dormir. Si tu niño se marea, lleva una bolsa impermeable y ten en cuenta que los medicamentos preventivos no son indicados a edades muy tempranas, por lo que los únicos remedios son parar más a menudo, abrir un poco la ventanilla y distraerlo con actividades divertidas. 

Algo ligero para comer
Antes y durante el viaje, procura que los niños disfruten de una comida ligera, moderada y que no tomen bebidas gaseosas, ya que les podrían provocar molestias digestivas. Hidratarse y alimentarse bien es imprescindible para vencer el cansancio del viaje, por lo que intenta tener a mano una bolsa o nevera térmica que mantenga frescos el agua, los zumos, los sándwiches y la fruta. Si los pequeños tienen problemas para comer en el coche, asegúrate de llevar sus galletas favoritas o los cereales que tanto les gustan.

¿Jugamos?
Últimamente, los coches han adaptado su tecnología a las necesidades de los más pequeños, incluyendo pantallas en los cabezales para que puedan disfrutar de sus dibujos favoritos. Si tu coche cuenta con estos gadgets, intenta que estos no acaparen toda su atención, ya que acabarán con la vista cansada, aparte de no haber disfrutado del paisaje. Libera tu imaginación y crea una experiencia inolvidable para los peques inventando juegos con las cosas que están a la vista: Veo veo, palabras encadenadas, seguir la historia, adivinar el personaje, pantomima, etc. Además, no dejes en casa a su mejor compañero de viaje, el peluche, ni los cd´s con música infantil.