El otoño está a la vuelta de la esquina y con él vendrán los días más cortos y grises, el frío, la lluvia… Todos estos cambios afectan a nuestro organismo, que tiene que ir adaptándose a esta estación, y pueden ocasionar en algunas personas sensación de cansancio, falta de vitalidad, dificultad de concentración y somnolencia debido a la disminución de las horas de sol. Es lo que se conoce como astenia otoñal. En la mayoría de los casos se resuelve en poco tiempo, pero podemos ayudarnos a recuperar el tono vital de siempre tomando ciertos alimentos entre horas, con los que mantendremos esta apatía transitoria a raya.

 

Los frutos secos, el snack más energético

Nueces, almendras, avellanas, anacardos… Cualquiera de estos frutos secos es el SNACK perfecto para tomar a mitad de mañana o después de haber practicado ejercicio por la tarde. Todos ellos proporcionan una ración extra de energía de larga duración gracias a su alto contenido en fibra. En concreto, las nueces son una inyección de vitaminas del grupo B, las encargadas de acabar con el bajo estado de ánimo, la irritabilidad y los trastornos nerviosos. Un buen puñado de frutos secos y ¡adiós cansancio!

 

El aguacate, un plus de vitalidad

Este alimento acompañado, por ejemplo, de una tostada con lonchas de pavo Campofrío (que además son bajas en sal y grasa), nos ayudará a hacer frente a la jornada más dura del otoño. Su alto contenido en proteínas hará que no haya quien te pare y su gran cantidad de ácidos grasos Omega-3 te ayudará a prevenir enfermedades cardiovasculares y a atenuar el envejecimiento de la piel.

 

Un plátano y fuera debilidad

Esta deliciosa fruta, a media mañana, supondrá un extra de energía gracias a las vitaminas B6 y C, al ácido fólico, al magnesio y al potasio que contiene. Si la consumes habitualmente, ayudarás a tu organismo a reducir niveles de colesterol y a tratar la anemia.

 

Los cereales, siempre a mano

Durante los próximos meses deben convertirse en un alimento obligado como tentempié, especialmente los integrales, porque son ricos en hidratos, proteínas, fibra, minerales y vitaminas B y C. Guarda una bolsita en tu mochila y recurre a ellos cuando empieces a tener apetito.

 

Chocolate negro, un tentempié muy dulce

Además del placer que te dará saborearlo, no sabrás lo que es la fatiga gracias al magnesio, calcio, hierro y potasio que contiene. Comer chocolate también favorece la concentración y mejora el estado de ánimo.

 

¡Que te den calabazas!

Una crema de calabaza a media mañana calentará tu cuerpo, te saciará y controlará tu sistema inmunológico gracias a sus vitaminas del grupo B, ácido fólico, calcio, magnesio y potasio.

 

Pescado azul, para estar “la mar” de activo

Tomar una pulguita de atún, de sardinas o de salmón ahumado como aperitivo regulará tu colesterol, mejorará tu circulación y sobre todo pondrá las pilas a tu cuerpo. Los expertos también recomiendan tomar pescado azul al final de la jornada, ya que ayuda a relajarse, por lo que nos será más fácil adaptarnos al nuevo horario de sueño.