Sacar partido a nuestro smartphone y maximizar su rendimiento es algo sencillo si se sabe cómo hacerlo. La clave para evitar incómodos bloqueos o tareas lentas está en ti. Algunos consejos fáciles y al alcance de todos son, por ejemplo, aprovechar al máximo la memoria, almacenar imágenes y documentos de forma idónea o saber cómo organizar nuestros contactos.

Wiko te enseña cómo llevar a cabo estas y otras prácticas que te convertirán en un experto en terminales rápidos
y eficientemente utilizados. La firma europea de telefonía móvil ofrece cinco claves para sacar el máximo partido a tu móvil:

1. Gestión de documentos
Se trata de seleccionar bien la información que tenemos en nuestro terminal y decidir dónde debemos
almacenarla. En lugar de tenerlo todo en el móvil, es recomendable hacer un back up en la nube o en un
ordenador. De esta forma, podemos ir liberando espacio en la memoria interna del teléfono y conseguimos
agilizar su funcionamiento.

2. Control de las aplicaciones abiertas
A menudo abrimos distintas aplicaciones y normalmente nunca las cerramos. Error. Es recomendable finalizar
aquellas que ya no vayamos a utilizar. Esto puede hacerse de dos formas, manualmente o con apps que nos
ayuden a gestionarlas y que nos eliminen ficheros temporales que se van creando en cada una de ellas, como
Clean Master. Si te preguntas cuántas aplicaciones debes tener abiertas simultáneamente, la respuesta es fácil:
en un teléfono de gama media-alta podemos tener hasta ocho, mientras que en uno con menores prestaciones
y con 1 GB o medio de memoria RAM, no deberíamos tener más de tres.

3. Optimización del escritorio
El escritorio en un terminal, al igual que en nuestros ordenadores, es un espacio clave. En el caso de los
smartphones, tienen varias pantallas en las que podemos tener las aplicaciones que solemos utilizar. Entre
esas pantallas se encuentra la home o pantalla principal aquella a la que llegamos cuando pulsamos el botón
central de nuestro móvil. Lo recomendable es tener esta pantalla lo más despejada posible y colocar ahí las
aplicaciones que usamos con más asiduidad de forma que no nos veamos obligados a tener que buscar entre
numerosas aplicaciones las 4 o 5 que más utilizamos en nuestro día a día. También es recomendable utilizar
carpetas para agrupar aplicaciones y ficheros en el escritorio y conseguir así que todo quede más ordenado sin
necesidad de tener tres o cuatro pantallas diferentes con decenas de aplicaciones.

4. Mantener el WiFi y el GPS desactivados
En la medida de lo posible, es recomendable no mantenerlos activos de forma permanente, ya que el terminal
está constantemente intentando conectarse a redes WiFi o geolocalizarnos y esto es algo que consume batería.
De forma manual, deberíamos intentar desactivar la primera de estas prestaciones al salir de casa o del lugar
al que habitualmente estamos conectados. En lo que respecta al GPS, conviene tenerlo desactivado siempre
que no vayamos a utilizar aplicaciones como Google Maps que necesiten ubicarnos para poder guiarnos hasta
un punto de destino.

5. Gestión de contactos
Estamos acostumbrados a guardar este fichero en el propio teléfono o en la SIM, pero esta práctica deberíamos
desecharla. Lo recomendable es guardarlos en una cuenta de correo electrónico. De esta forma, cuando
cambias de teléfono o lo pierdes, siempre vas a poder recuperarlos. Otra de las ventajas que te da almacenar
así los contactos es que puedes acceder a ellos desde distintos dispositivos y en todos ellos podrás actualizarlos
y sincronizarlos.

También es posible conseguir una gestión más óptima de la agenda al asignar varios números de un mismo
contacto a una sola entrada y no tenerla repetida hasta en tres ocasiones. Para los más mayores o aquellos
que estén menos acostumbrados a utilizar smartphones, además, es recomendable crear accesos directos
en el escritorio a sus números clave, de forma que facilitemos en la medida de lo posible la acción de llamada
a cada uno de estos contactos.

Se trata de trucos sencillos que te permitirán sacar el mayor rendimiento a tu terminal y alargar su vida gracias
a un cuidado mucho más exhaustivo.