Como en casa en ningún sitio. Eso siempre que no se acabe durmiendo en una habitación con vistas al mar. Con el calor y el nuevo horario vacacional, conciliar el sueño en lugares ajenos al hogar puede complicarse durante los primeros días de estancia. El conocido ‘efecto de la primera noche’ afecta a la mayoría de las personas una vez llegan a su lugar de vacaciones. Barceló Isla Canela nos ofrece 6 consejos para dormir más y mejor en las noches de la época estival.

1. Alimentación reparadora. Lo que comemos antes de descansar afectará a la actividad cerebral y por tanto a la calidad del sueño. Alimentos frescos y ligeros, como las frutas, verduras y pescados completarán la dieta pre-sueño.

2. Sueño ‘fitness’. Uno de los principales motivantes a la hora de hacer ejercicio es la sensación de descanso y somnolencia que provoca después. Actividades como la natación y el kitesurf, que unen mar y viento, son ideales para mantener el cuerpo activo y a la vez relajar la mente para prepararla antes de dormir.

3. El poder de las ventanas. En muchos casos, el ‘efecto de la primera noche’ se produce por una mala ventilación de la habitación. Dormir con las cortinas bajadas para que la incidencia del sol por la mañana sea menor y mantener las ventanas abiertas impregnarán el cuarto del olor y frescor de la brisa marítima.

4. Almohadas cómodas. Al igual que existen distintos tipos de “soñadores”, las almohadas son tan personales como la forma en la que se duerme. Para las noches calurosas, los materiales naturales son la mejor opción para mantener la cabeza fresca.

5. Oler como en casa. Si hay algo indiscutible cuando se duerme fuera del hogar es sin duda el olor. Para mejorar la calidad del sueño incluso en las noches de verano, nada como portar en la maleta la colonia con la que se perfuma la casa, así la mente asociará la nueva localización con la residencia habitual.

6. La playa, el mejor aliado contra el insomnio. Un baño por la tarde en el mar reduce la cantidad de adrenalina del cuerpo, debido a la sal contenida en el agua. Sumando además el clásico sonido de las olas, dormirás como un lirón.