Puede que el termómetro nos de algún que otro susto con alguna bajada espectacular, puede también que incluso llegue a nevar en algún lugar del norte del país en medio de ola y ola de calor, pero lo cierto es que es que el invierno ya es historia. A pesar del cambio climático y sus excentricidades, los episodios de mal tiempo en este mes de junio serán ya excepcionales.

Es la hora de guardar el abrigo y de prepararse, hasta que lleguen las vacaciones, para los sudores y los aires acondicionados. También la alimentación cambia estos días; el organismo va a adaptándose al aumento de la temperatura y apetecen comidas refrescantes. Cambiamos la sopa por el gazpacho, el frío por el calor. Pero, según Ata Pouramini, director de Quiropractic Valencia, ese alivio térmico es momentáneo en ambos casos. Será la termogénesis, la facultad que tiene el organismo de consumir calorías mientras digiere los alimentos, la que determine finalmente cómo nos sentiremos al rato de ingerirlos y si nos engordarán o no.

Por este motivo, Pouramini ha fijado otros criterios a la hora de realizar la lista de la compra para “sobrevivir” a la llegada del calor. Los fundamentos para una dieta saludable en estos primeros días en los que el organismo se adapta a la nueva sensación térmica se basan en los criterios de hidratación, energía y preparación de la piel para el verano, entre otros.

Así pues, en primer lugar, vamos a aportar el organismo la cantidad de agua que necesita para llevar a cabo sus funciones, compensando el líquido que se pierde a través del sudor. El tomate es el alimento escogido en este caso, ideal por su porcentaje de agua, un 94´5%. Es, además, producto de temporada, lo que le convierte en ingrediente ideal para sopas frías y gazpacho. También sólo, aliñado, aporta nutrientes y escasas calorías.

 

Para picar y también para cremas frías y ensaladas, Pouramini recomienda la zanahoria. Este alimento es rico en betacarotenos, los pigmentos que nos ayudan a broncearnos sin perjuicio de nuestra piel, a la vez que la hidratan y preparan para el verano. Ideal como snack frío, en crudo, refresca y siempre queda bien presentada en la mesa.

A aquellas personas que tienen problemas de circulación sanguínea, una dolencia que se acrecienta con el calor, les viene bien consumir nueces. Los frutos secos, indicados también por su aporte energético para compensar sobreesfuerzos ( lo que les convierte en el alimento ideal para excursiones) se incluyen también en las pautas para contrarrestar el llamado colesterol malo.

Como elemento exótico podemos introducir en nuestro menú la lechuga del mar, un alga que se está recogiendo en nuestras costas y comerciando también desde nuestro mercado. Se trata de un alga comestible, la Ulva Lactuca, con propiedades nutricionales óptimas para estados carenciales y para sobrellevar la fatiga de estos primeros días de calor. Es rica en todas las vitaminas, sobre todo la antioxante C y en minerales. A destacar sus elevados niveles de hierro.

Nunca debemos dejar de consumir legumbres y en este caso la elección ha recaído sobre los frijoles, puesto que mantienen estables nuestros niveles de glucosa, ofreciéndonos la sensación de saciedad y , además, pertenecen a los llamados alimentos quemagrasas. Es decir, que consumen en su digestión, tal como se explicaba anteriormente, más calorías de las que aporta. Nos aportan proteína, en este caso vegetal.

Huevo, uno de los favoritos del experto, puesto que, asegura, es el alimento completo para comenzar el día con toda la energía e hidratación. Sí, porque este producto es muy rico en agua y en proteínas del más alto nivel biológico. A la plancha, con una gota de aceite de oliva virgen extra.

Ostras, un pequeño aperitivo de producto marino siempre aporta los minerales saludables que nos energizan, sobre todo mentalmente, a la vez que contribuyen a la sensación de frescor que nos pide el organismo. Ricas en agua, zinc, selenio y ácidos grasos Omega 3.

 

Y, por último, el té, sin duda, la bebida de moda. Tiene distintas propiedades según el color. En estos tiempos de alergias primaverales, el rojo nos ayuda en la inhibición de la liberación de la histamina. El verde, bueno para la salud cardiovascular, antioxidante y, en algunas ocasiones, indicado para la pérdida de peso.