El verano trae consigo también algunos problemas para nuestra salud. Uno de los más habituales es la falta de regularidad intestinal, provocado principalmente por los cambios en los hábitos alimenticios y las costumbres. Durante las vacaciones, entre otros, nos despertamos más tarde, trasnochamos, muchas veces disminuye la actividad física y no tenemos horarios fijos para las comidas.  
 
Estas variaciones provocan cambios en nuestros ritmos intestinales y, por lo tanto, estreñimiento, pesadez y malestar en general. Gemma Martínez, nutricionista de Fuca, nos ofrece diez sencillas normas básicas y fáciles de realizar que ayudarán a prevenir y combatir este problema que puede estropear nuestras vacaciones:
 
1. Consumir abundante fibra. La mayor fuente de fibra está en la fruta y la verdura. Pero también en las legumbres, los frutos secos y los cereales. Lo más recomendable  es tomar cinco piezas de fruta y verdura al día, así como legumbres, ya que nos aportan una gran cantidad de fibra, y ayuda a mantener en buen estado nuestra flora intestinal.
 
2. Beber agua. Es importante acompañar el consumo de fibra con agua, y se recomienda tomar entre 1,5 y 2 litros al día. Agua, infusiones, caldos de verduras, zumos… La hidratación es fundamental en verano para evitar problemas de salud y básica para favorecer las digestiones y la evacuación. Y es que a pesar de que en verano ingerimos más líquido, las pérdidas que se generan por el calor y la sudoración también son más elevadas, y afecta directamente al aparato digestivo. 
 
3. Reducir el consumo de grasas saturadas, moderando el consumo de carne a la semana, y aumentando el de pescado, especialmente el azul.
 
4. Evitar alimentos prohibidos y astringentes. Al organismo le cuesta procesar un buen número como harinas refinadas, precocinados, dulces… Además, debemos decantarnos por tomar alimentos que favorezcan el tránsito intestinal, como la ciruela o el kiwi, y evitar el exceso de algunos otros como la patata o la zanahoria.
 
5. Elegir las versiones integrales de los alimentos. Contienen un alto índice de fibra que favorece el tránsito y la salud de la flora intestinal. Además, de saciar y tener menor necesidad de comer entre horas.
 
6. Comer despacio, masticando bien los alimentos, porque la digestión empieza en la boca con la salivación y la masticación.
 
7. Practicar ejercicio físico. Aunque estemos de vacaciones, hay que intentar mantener un mínimo de actividad física diaria. Así como realizar ejercicios que trabajen la zona abdominal. 
 
8. Eliminar hábitos como el consumo de alcohol y tabaco. Afectan a la salud de nuestra flora intestinal, por lo que es recomendable limitar todo lo posible su consumo.
 
9. Establecer horarios y rutinas regulares. Aunque estemos de vacaciones y no tengamos preocupaciones, conviene educar al intestino y fijar, en la medida de lo posible, los horarios tanto para comer como para ir al baño, así nuestro cuerpo se acostumbrará a una cierta regularidad.
 
10. Ayudarse con complementos alimenticios con activos naturales que consigan una flora intestinal saludable y a regularizar nuestra función intestinal.

 

Fuca Aloe, una combinación única  

Además de tener unos hábitos de vida saludables, los complementos alimenticios ayudan a mantener la regularidad del tránsito intestinal. Fuca Aloe está específicamente formulado a partir de una combinación única de activos naturales como el aloe, que ayuda al tránsito intestinal, y la manzanilla, que mejora la digestión.

 

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