Mario Vaquerizo, manager, cantante y escritor, se caracteriza por exprimir la vida y disfrutar cada momento acompañado de su pareja y amigos. Extrovertido y siempre divertido, confiesa que cada experiencia la vive con la máxima intensidad y le gusta compartirla con su entorno, prolongando así cada vivencia para hacerla más duradera. Su personalidad por tanto encaja con sus preferencias a la hora de elegir un aperitivo para compartir en esos momentos, ya que afirma que “yo siempre pido que el aperitivo sea salado, que tenga un sabor duradero y que sea intenso”.

En esto coincide con los datos que refleja el estudio “Sabor Perfecto de Pringles®”, que confirma que el 63% de los españoles prefiere snacks con un sabor salado, pero para que el sabor sea perfecto, además debe ser intenso y duradero. En nuestra cultura española, tan apasionada de la comida, siempre estamos buscando el sabor perfecto, algo que nos sorprenda en cada bocado.

Mario y la cultura del aperitivo entre amigos

Para los españoles, comer es un placer. Es parte de su forma de relacionarse con los demás y con el entorno. Al respecto Mario insiste en que “no nos olvidemos de la cultura del aperitivo. No hay nada como un aperitivo rodeado de tu chica, de tus amigos, en situaciones importantes, para celebrar cosas”. Y es que la compañía es otro de los factores externos que puede influir en que el sabor de un snack sea perfecto. Al 77% de los españoles todo les sabe mejor si lo degustan con su pareja. Otro 48% de los españoles dice tener más fácil encontrar el sabor perfecto si lo hace en  compañía de sus hijos y el 26% con sus padres. Pringles también es el snack perfecto para compartir, una explosión de sabor y diversión que está presente en esos momentos de reuniones de amigos y buenas sensaciones.

 

 

Pero… ¿A qué renunciaría Mario Vaquerizo por encontrar el sabor perfecto?

Mario confiesa que “renunciaría a mi móvil por experimentar el sabor perfecto. Me produce más satisfacción  disfrutar de un aperitivo con amigos que estar hablando todo el día por teléfono. Por un sabor perfecto también renunciaría a la siesta. Te pierdes cosas  maravillosas mientras duermes ¡Eso sí, a lo que no renunciaría es a una noche de pasión!”.