La alimentación prebiótica, que es la que se genera de los activos de salud a partir de nuestras bacterias beneficiosas, es clave para mantener nuestro sistema inmunológico en orden y que pueda hacer frente a cualquier amenaza exterior, como es la COVID-19.

Aunque hasta que llegue una vacuna nos va a tocar seguir conviviendo con la COVID-19, no hay que olvidar que nuestro organismo posee un sistema inmune que nos puede ser de gran ayuda para hacer frente a la pandemia. Que dicho sistema esté en óptimas condiciones para que pueda llevar a cabo sus principales funciones, como es mantener a raya cualquier amenaza que nos llegue del exterior, es una de las claves para prepararnos para este invierno en el que, a las vistas de las circunstancias que nos rodean, está claro que va a ser más duro de lo normal”, asegura Sergio Godia psiconeuroinmunólogo clínico en el centro PNI Mêdic Lleida y especialista en medicina familiar. 

“Una alimentación saludable basada en la ingesta de alimentos naturales y dejando a un lado los productos procesados y refinados; un correcto descanso respetando nuestros ritmos circadianos y la realización de actividad física de forma habitual, conseguiremos el mantenimiento de la homeostasis y aseguraremos que nuestro sistema inmune esté en un estado óptimo, durante todo el año”, añade el Dr. Godia.

Relación del COVID con la macrobiota

Cada alimento tiene una propiedad o característica y aporta un beneficio a nuestro organismo. “La alimentación rica en oligoelementos, vitaminas y prebióticos son importantes para un correcto equilibrio y para potenciar nuestro sistema inmune para poder llevar a cabo un control de las amenazas y ataques externos como en este caso el COVID que nos está azotando los últimos meses, comenta el Dr. Godia.

Para asegurarnos de que contamos con ellos tenemos Enzymax DuoBiotics, compuesto por una combinación de enzimas digestivas y un simbiótico (unión del probiótico, Lactobacillus plantarum y el prebiótico, FOS) que ayudan al correcto funcionamiento de nuestro sistema digestivo y mejoran y regulan la flora intestinal.

Las cinco enzimas (Lipasa, Proteasa 4.5, Proteasa 3.0, Amilasa y Glucoamilasa) en conjunto con el simbiótico consiguen equilibrar la microflora intestinal, regular y sanear su actividad, modificar el síndrome de disbacteriosis del intestino delgado, reducir los síntomas del intestino irritable, mejorar las funciones estomacales y reforzar la barrera intestinal además de tener propiedades antiinflamatorias.

Una cápsula al día durante la comida principal es suficiente para equilibrar el intestino, mejorar la digestión y suplir todas las carencias derivadas de cualquier afección estomacal o intestinal. En definitiva, poner el sistema inmunológico en orden.

P.V.P: 17’95 €